sábado, 19 de febrero de 2011

Educación musical continuada...programa para discapacitados auditivos

Siguiendo con el titánico esfuerzo que significa alcanzar a vuestros oidos yermos la música adecuada, les conecto un temita cortito.
El grupo es THE RADIO DEPT. Son un grupo de shoe gazing , y más general de pop de buena calidad, aggiornado, Vienen de la tierra del smörgaºsbord, de la ciudad de Lund.
De su segundo disco, del año 2006, llamado PET GRIEF, el tema es I WANTED YOU TO FEEL THE SAME, que en su letra breve tiene el concepto de;  Me duele darme cuenta que cuando estaba mal quería que sintieras lo mismo...
Es un gran tema que me trae imágenes de un atardecer tranquilo de verano relajado en una hamaca tomando algo...ahhhh! Música de verano.
A disfrutar!

http://www.youtube.com/watch?v=I6qkmybFC28

viernes, 18 de febrero de 2011

MATADERO CON LAS "VACAS SAGRADAS" PARTE II




VIVO EN EL PAÍS DE "FÚTBOL, ASADO Y VINO"  PRIMERA PARTE

De cómo el verano trae otros males que no son solo el calor y los mosquitos


Básicamente me encuentro como sapo de otro pozo en Uruguay. 
No me gusta el asado. 
No me gusta el carnaval. 
No creo que la rambla montevideana sea la octava maravilla. 
No me gusta el fútbol.

El otro día en una reunión en que un amigo comentaba esta característica mía, un desconocido que estaba sentado cerca le preguntaba a su acompañante "pero este de dónde es?" Extrañado porque en su pensamiento limitado no abarca la existencia de variedad de ideas y de diversidad de intereses, algunos de los cuales pasan incluso por la cultura y por la educación.

El carnaval es otra vaca sagrada de nuestro país.
Rondando el fin del año y hasta bien entrado el año siguiente las masas cual rebaño se congregan; en tablados, predios, y otros lugares que se presten para las demostraciones carnavaleras.

Según mi parecer el fenómeno carnaval se puede dividir en forma grosera en dos variedades para intentar explicarlo; la murga y los desfiles( incluyo acá las llamadas)
La murga me molesta de mil formas.
Primero que copan los escenarios durante meses en los que la población puede participar de pocos espectáculos que no sea ver conjuntos ( en cualquiera de sus horrorosas modalidades).
Por vivir a pocos metros de la plaza mártires de Chicago tengo que sufrir hasta bien entrada la madrugada entre semana y los fines de semana, el canto taladrante de los murguistas. Debería tener derecho a no escuchar eso.
He visto murga y no me gusta. No me gusta que siempre sea un vehículo de crítica política ( no me molesta la sátira social, siempre y cuando no sea grosera( no en la acepción de soez sino en la de burda)), no me gusta la forma en que todo se desarrolla, no me gusta como cantan algunas de las voces que hacen reconocible a la murga. Es un canto nasalizado, medio gritado. Un espanto.
El que cantó mucho tiempo en una murga va a tener dificultades a la hora de cantar otro estilo, porque se acostumbra a emitir su voz en forma no habitual, como una especie de grito taladrante, muy desagradable. No recuerdo el nombre de esa voz en la murga pero de registro se trata de tenores lo más probable. Me provocan meter el dedo por la oreja para rascar hasta que duela ahí adentro, es como el zumbido molesto de los mosquitos en una noche de mucho calor. Insoportable.

El género parodistas puede ser un poco más pasable, pero tienen el problema de el chiste fácil, del sentido del humor no depurado, de la guarangada bah. No sé quién es responsable, si el público es medio quedado y por eso le escriben esos chistes o si el público que atraen ha quedado medio lelo por participar en forma abulica de ese tipo de humor…De todos modos no vale el intento. Habría que tomarse la molestia de ver demasiado carnaval para sacar algo bueno en este género( ni hablar del riesgo de tener que ver un conjunto de murga esperando a los parodistas).
El otro género es tan deprimente como el primero, si no más. La Revista. Es una mezcla de musical con parodia. No se soporta.

Dentro de las manifestaciones del carnaval está la otra parte, la del desfile de llamadas y otras yerbas. Este fenómeno ha cobrado más adeptos paulatinamente hasta hacerse un fenómeno multitudinario. Incluso un fenómeno transnacional. Es conocido por todos el alquiler de balcones de las casas en barrio sur y cordón para ver ese evento. No lo puedo entender.
Si bien puede ser llamativo para un nórdico ver tanto color y gente bailando en las calles mientras hace un calor de cagarse, me cuesta entender que ven los uruguayos en esta manifestación. Para mí se trata de una catarata de gente disfrazada tocando tamboriles a un ritmo que se torna repetitivo a los pocos segundos. Cómo puede la gente quedarse horas mirando más de lo mismo?
Entiendo que como manifestación de la cultura afro-uruguaya sea válido, no entiendo que se me plantee cómo algo sublime e ineludible. No tomo parte del carnaval uruguayo en ninguno de sus aspectos. No me atrapa ni un poco.

No obstante lo anterior debo admitir que el ritmo y el canto de las escuelas de samba del carnaval de Rio me parecen interesantes, para oir, ver , e incluso con varias cervezas arriba, participar. No sé, tengo esa rareza dentro de mi desagrado por el carnaval. Quizás crea( equivocado o no)que en Brasil la cosa es como más auténtica, y que acá la vea como medio prestada, impostada.

En la tele encontré el máximo exponente de mi desagrado. Por separado el fobal y la murga me desagradan mucho, pero juntas llegan a un nuevo nivel similar a entrar en convulsión cada vez que me lo cruzo. Por suerte no es muy frecuente porque tengo miedo la exposición reiterada me determine un menor umbral, a diferencia de lo que uno podría creer.

Hay un representante que podría ser la imagen a la que tirar los dardos en esto del desagrado. Un “periodista” ( no conozco si pasó por la facultad o por un curso en escuelas EUCI)( igual poco importa para su actividad) que se dedica al fútbol y que además es adicto al carnaval y tiene un programa en el que comenta los distintos conjuntos como si se discutiera postulados al Nobel. Es infumable.
Sí, ya sé, tengo que dejar el control remoto cerca de la cama para no tener que tirarle zapatazos a la tele para ver desaparecer al ganso ese. Qué país!
La democracia tiene esas cosas, demasiada libertad provoca el surgimiento de estos engendros que fomentan dos formas de espectáculos livianos, sin mayor fin que el “entretenimiento” entumecedor de cerebros, que les permite a la gente dormir tranquila, pero que el mundo les pase por el costado sin que lo noten.
“Ignorance is a bliss”